En esta serie de fotografía artística y conceptual, exploro el cruce entre la rabia contenida y la nostalgia pesada. Tres cuerpos en tensión, suspendidos en un espacio abandonado, encarnan la lucha interna entre lo que fuimos y lo que aún duele. Esta no es una danza: es resistencia. Es memoria en movimiento.

Cada imagen es un fragmento de verdad cruda. El entorno urbano, decadente, lleno de objetos olvidados y luces tenues, potencia esa sensación de pérdida y caos emocional. La fotografía aquí no busca lo bello, sino lo real, lo que incomoda, lo que permanece.

Como fotógrafo de Madrid, utilizo espacios industriales y lenguaje corporal para contar historias visuales que conectan con emociones profundas. Esta serie nace de la necesidad de documentar la rabia silenciosa que habita en la nostalgia: ese lugar donde la infancia, la identidad y la ausencia se cruzan.